Flor del Silencio

En la vida a menudo hemos apreciado poco las cosas importantes y sobrevalorado las insignificantes.

Muchas veces ha sido el esfuerzo en conseguirlas la vara de nuestra apreciación. Otras han sido su falta, pérdida o ausencia en el Camino…

Las Trabajadas con el Sudor y Sufrimiento de otros, las Conseguidas con el Sacrificio de otros, que son Cotidianas en nuestro Camino, las que están a nuestro alcance de manera tan Sencilla casi siempre quedan indiferentes, piense en algo tan común como el abrir un grifo y que salga agua y que sea potable…

Durante las Labores en el Jardín hasta el Banquete hacemos la Preparación del Encuentro en la Valoración, piense que nos es dado Jesús mismo, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad por Alimento… el Asombro, la Maravilla, el Misterio…

Que brote el Manantial de Cánticos de Alabanza y Gratitud con el Espíritu Santo derramado en nos y sople por todo el Jardín corriendo por las acequias, empapando los terrones, dejándolos bien mullidos…

Nuestras obras a Semejanza estarán llenas de Misericordia y será este nuestro Sacrificio Sacerdotal, dejar al Espíritu Santo que habita en nos obrar y Él mismo nos mostrará el rostro del Señor del Encuentro en cada rincón del Jardín. Nuestra Madre nos acompaña y ayuda a sacar de nuestro Corazón Todo y a Darnos con Él.

Que nunca quede indiferente ante el Misterio de Nuestra Fe, es decir, siempre acuda ardiendo, con Fiebre de Amor interno reparador y que cada Encuentro Transforme cada día más el corazón en la Mansedumbre y Humildad de nuestro Señor, con Alegría, bien preparados para la Recepción, expectantes, con todo nuestro Calor recibamos al Amigo en ese Abrazo que es la Comunión, nos Encontremos con nuestro Salvador en el Banquete de Su Amor y Escuchemos Sosegados tan dentro de nos la Palabra del Amor…



¿siente el Hambre?

¿tiene Sed?

Venid a Mí nos ha dicho...




Vivir Hambriento de Pan de Vida mantiene al vivo la Caldera del Amor y permite agasajarse con cada miga...