Muerte y Vida

Author: CRUX /

El hombre no vive solamente de pan,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Llamados por boca el Padre somos Hijos adoptivos de Dios… ¡Bendito sea el día en que fuimos bautizados!

Vivir de la Palabra que sale de la boca de Dios… tener Vida del Llamado de Dios y tenerla para Siempre.

Verbo Encarnado que se hizo nuestro Alimento la misma noche en que iba a ser entregado…

Buscamos en el Jardín el Reino de Dios y su Justicia sabiendo confiados que lo demás viene por añadidura, una Labor Eucarística por/con/en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad…Panem nostrum cotidianum da nobis hodie

nuestro Padre Bueno no nos dío una serpiente, nos ha dado Todo, lo más Amado.

al vernos hambrientos Barba Azul sólo nos ha dado piedras...

Agradecidos cantamos a nuestro Redentor que nos libra de tal paternalismo mundano de Pecado que engendra la muerte.

cuántas lithophagus embrutecidas, planticas frías, inmóviles requieren los cuidados de nuestros sacrificios, la Lluvia y el Sol ; la Gracia y el Pan.


Como viene la vida Seguimos al Señor y Llevamos nuestra Cruz como Él nos enseñó, queremos y lo hacemos enamorados tal y como lo dispone nuestro Padre Bueno, fiat voluntas tua…

Para ello, vemos, lo hemos comprobado muchas veces, es necesario negarse a sí mismo, renunciar a muchas distracciones, mucho ruido, mucho peso, mucho yo y vida muelle… para el Camino un buen calzado, doble calcetín, un bastón, una manta…siempre en buena Compañía, somos Comunidad, Iglesia, Templos y Piedras Vivas, nuestra Soledad es Acompañada en Comunión. Somos Llamados, Bendecidos, Partidos y Entregados.

Nuestra vida cotidiana de Labor en el Jardín es Eucarística y en la Eucaristía está nuestra Santificación, el mandato pleno de nuestra Perfección como Él es.



«Trabajen, no por el alimento perecedero,sino por el que permanece hasta la Vida eterna,el que les dará el Hijo del hombre;porque es él a quien Dios, el Padre,marcó con su sello».
Ellos le preguntaron: «¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?».

Jesús les respondió: «La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado».

Y volvieron a preguntarle: «¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas?

Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura:
Les dio de comer el pan bajado del cielo».
Jesús respondió:
«Les aseguroque no es Moisés el que les dio el pan del cielo;mi Padre les da el verdadero pan del cielo;porque el pan de Dioses el que desciende del cieloy da Vida al mundo».
Ellos le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan».

Jesús les respondió:

«Yo soy el pan de Vida.El que viene a mí jamás tendrá hambre;el que cree en mí jamás tendrá sed.

Pero ya les he dicho:ustedes me han visto y sin embargo no creenTodo lo que me da el Padre viene a mí,y al que venga a míyo no lo rechazaré,porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.

La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día.

Esta es la voluntad de mi Padre:que el que ve al Hijo y cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día».

Los judíos murmuraban de él, porque había dicho: «Yo soy el pan bajado del cielo».
«¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: “Yo he bajado del cielo”?».

Jesús tomó la palabra y les dijo:

«No murmuren entre ustedes.Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió;
y yo lo resucitaré en el último día.
Está escrito en el libro de los Profetas:

Todos serán instruidos por Dios.

Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí.
Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios:sólo él ha visto al Padre.
Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna.


Yo soy el pan de Vida.


Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron.

Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera.

Yo soy el pan vivo bajado del cielo.

El que coma de este pan vivirá eternamente,y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo».

Los judíos discutían entre sí, diciendo: «¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?».

Jesús les respondió:


«Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes.

El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan bajado del cielo;
no como el que comieron sus padres y murieron.
El que coma de este pan vivirá eternamente».

Jn 6, 27-58


AMA Y ADORA

¡VIVA CRISTO REY!

¡VIVA CRISTO REY!