Flor del Silencio

El Jordán de nuestra vida nos lleva a Encontrar nuestra Filiación. Venimos de las Santas Fecundas Manos de Dios y volvemos hacia los Cálidos Fuertes Agogedores Brazos de Él sabiendo que el Nombre que nos ha dado El que Es y nos Conoce bien lo lleva tatuado en ellas.

Somos Hijos Adoptivos de Dios.

Nuestra adhesión a la Voluntad, la Justicia, la Verdad, el Camino y la Vida nos hace Cristianos, de Jesucristo, Hijos muy queridos en el que tiene el Padre puesta toda Su Predilección. Manifestación del Misterio Trinitario...





Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre.


40 días que resumen los 40 años... de Egipto a la Tierra Prometida, el Señor por y para quien todo existe tuvo hambre... de rodillas, en profunda conmoción meditamos el Abajamiento Divino, la palabrica en Kénosis, el Desierto... vaciarse, abajrse, despojarse,humillarse, Dios Peregrino recorre todo ese gigantesco Camino en busca de Su Hijo para que pueda alcanzar en lo poco de su ser polvo y flor de hierba todo a lo que Es Llamado...

Esa hierba que desde la soberbia del Adán y que todos sentimos un poco en nuestro ser se contrapone la humildad del Verdadero Hijo de Dios una Kénosis en la que el Nuevo Adán no no ha dudado en tomar sobre sí todas las debilidades del ser humano, excepto el pecado, y comienza en la Encarnación hasta la profundidad de la muerte...la frontera de nuestra flor que se marchita para devolvernos a la Vida en Él.


Se despojó Libremente y en Cooperación al Plan Salvador del Padre, así como de toda la Trinidad en la Unidad,se depojó de Su Rango... tomó nuestra débil y miserable condición humana en la que quedó tras el Pecado de nuestro primeros padres... la forma Divina, Real, Presente, está Escondida en la forma Humana, Es realmente un Dios Escondido, y quiere hacerse Cautivo en nuestro Corazón, allí, en lo Secreto, en lo Escondido, El está, Ve, Obra, Ama...


En esta Kénosis está la raíz y fuente de la Humildad. Muchas Meditaciones de la Virgen y Madre en su maternal Corazón brotan entre pañales, la cocina,las costuras y lavados de vestidos y la enseñanza.Meditaciones hechas en el Encuentro con Dios, en donde Él se Encuentra...en el Corazón donde aprendemos a Amar. Un Corazón que precisa estar ligero, ser ligero, vaciado del mundo, vaciado del falso yo, despojado de toda soberbia y mentira, un Espacio engalanado que la Mediadora de Todas las Gracias nos consigue para que cada uno de sus Hijos logremos liberarnos del Mundo y el Temor y Vivir en la Gloria del Amor.