El Matrimonio es un Sacramento.... seguro que no hay nada nuevo, pero mucha navegación superficial hace fundamental un buen buceo, ahora leamos con Profundidad: El Matrimonio es por el Sacramento; Santo, el Santo Matrimonio tiene una dimensión Sacerdotal: Los contrayentes son los Ministros... y no lo son sólo durante la Boda...
Ministros de la Gracia de Cristo.
Hombre y Mujer en Gracia de Dios ante un Testigo necesario; el Presbítero, la autoridad religiosa es Presencia Viva y Real de Jesús en el Santo Matrimonio.
Estos Ministros quedan Consagrados y su ministerio se extiende en la Sagrada Familia en una nueva dimensión en la que los dos son una sola Carne. Ambos, en igualdad desde el Principio, Carne de la misma Carne hasta la muerte ejercen el Ministerio.
Los Esposos, Forman Hijos de Dios, Educan en la Fe; Verdad y Vida, Administran los Bienes corporales y espirituales, Dones y Regalos del Señor, especialmente en el Don de Encomienda de Sus Hijos...
De este Ministerio se desprende la necesidad no sólo de Administrar, también de dar Gracias al Señor, Bendecir a los Hijos, ejercer la Autoridad envestida el día del Sacramento Matrimonial.
Los Esposos tienen la Obligación de ejercer este Ministerio en la Sagrada Familia. Hacer de su Familia un Grupo de Oración. Núcleo de la Comunidad Parroquial.
Muchas son las raíces que profundizan, agarran, sostienen, nutren esta germinación de la Semilla decidida a Morir para dar Fruto en Abundancia... Nos acercamos al Jordán tras 30 años de vida Familiar llamada Oculta...
Dios dispone que el Hijo aprenda del Padre, los hijos de sus Padres, otorgando al padre un papel Fundamental, es la mayor responsabilidad administrativa: Los Hijos naturales y Espirituales. Los Padres quedan con los Padrinos en el Jordán comprometidos con el Anuncio del Evangelio en el núcleo familiar.
Ejercer el Ministerio formando la Conciencia de los amados con el Catecismo, con el Ejemplo, con la Vida Compartida, Entregada pero sin entrar en el interior del Templo de la Conciencia de sus Hijos. Formación en la Oración, en los Valores, las Virtudes, el combate contra el pecado, los vicios, la Mentira y la Soberbia, y el resto de los venenos que el enemigo trata de sembrar en esta Tierra Santa. Los Ministros no deben descuidar la Batalla y Defensa del Rebaño con el Auxilio de nuestra Madre del Cielo que Presencia, Acompaña y Ayuda en el Servicio desde el principio de la Consagración Ministerial como en Caná de Galilea, o con su prima S. Isabel...
Son Ministros de este Núcleo de la Iglesia, Familia de Dios, Presencia del Resucitado entre nos, para que los Hijos Crezcan y se Fortalezcan en Sabiduría y Gracia delante de Dios y de los hombres... Como Él, dice Beda: "¿Qué había de hacer entre nosotros -Jesús- sino aquello mismo que deseaba hiciésemos nosotros? "...
El ejemplo de la Obediencia de Jesús a S. José... es Manantial para la Familia de hoy, los Padres Jardineros tienen como primer deber el cultivo de estas especies y aquellas que se relacionan con ellas, ejerciendo el Ministerio también sobre sus amigos, los sobrinos.... con todos los niños como hijos propios.
El alcance del Sacramento Matrimonial va más allá de las Ayudas del Cielo, la Gracia, el Auxilio, la Bendición...
Así que cuando Oímos: Lo que Dios ha unido no lo separa el hombre... meditemos.
El Santo Matrimonio violado por la infidelidad carnal no sólo es Adulterio sino también un Sacrilegio. Los Esposos son Ministros Consagrados por el Sacramento y forman hasta la muerte un solo Templo... A la Gracia acompaña también la responsabilidad, es de Justicia...
La Separación implica Vivir en Castidad y Reparar Espiritualmente la Familia si no fuera posible la restauración ni el encuentro y unión como antaño, Hijos Siempre Fieles a la Santa Madre Iglesia, Esposa del Cordero...