Una barra de pan y una botella de litro y medio de agua. El comienzo es Sencillo. La privación del Gusto. Una jornada de Labor en la que seguramente le será sugerido una multitud de ingredientes… descubrirá el sabor del Pan.
La mitad de la barra para comer y el resto para la cena.
El comienzo no parte de la Necesidad, el Hambre, sino de la privación, el Gusto.
Y así irán forjándose los Miércoles y Viernes de cada Semana.
Progresivamente a medida que la posición va fortaleciéndose elegirá si come o cena. Se fortalece al vencer las tentaciones con la Gracia de Dios, nuestra Labor no es mortal sino de Vida inmortal, en Gracia y por Gracia. Don de Dios que requiere nuestro Esfuerzo y Decisión de Caminar. Él echará una mano para sacarlo de cualquier apuro en el que su debilidad lo haya atrapado y comprobará la Fuerza de Su Brazo en Usted mismo, pero no espere que vaya por el Camino empujándolo, con sus propias piernas, es decir con su voluntad conformada a la de Dios… con Fe, decidida Esperanza entregados al Amor.
Cristianos… Dios con Nosotros Encarnamos la Palabra en Obra.
Ahora va a comenzar una dura Batalla contra su peor Enemigo ¿a que sabe quién es?… en efecto, y después de vencerse estará en mejor disposición para luchar contra el Mal; el Demonio y el Mundo. Jesús ha vencido a los Demonios y al Mundo y conformándonos a Él, y con su necesaria ayuda, alimentados con Su Cuerpo y Sangre aprenderemos de Nuestra Madre el Silencio en el Corazón imprescindible para que al Escuchar a Su Espíritu lo podamos poner por Obra con mayor facilidad… haciéndonos verdaderos discípulos Suyos, sin engaño posible, frente al Padre seremos más como Su Predilecto, nuestro Maestro, Modelo. Renunciando a nosotros mismos en todo iremos desincrustando la falsa virtud y el amor propio y ejercitaremos con mayor valentía y heroísmo las Virtudes con las que nos acoraza el Espíritu Santo durante nuestra Labor de Jardinería en la que con Sencillez iremos Sembrando todos los dones recibidos en los corazones de nuestras plantitas, ayudaremos a Sanar sus heridas por las que salen corrupciones, perezas, iras, homicidios, envidias, murmuraciones, avaricias, desesperaciones… mejorando la Tierra para que la Semilla de la Palabra germine y crezca, cavar y fertilizar para que esas higueras den Fruto como espera su Dueño.