El Corazón transfigurado.
Manso y Humilde ha quedado de carne aquella piedra... ahora sí, esperamos la Venida del Espíritu en Planitud, Él se va a derramar en nuestro Corazón.
Primero habrá Batalla, el derrotado querrá volver a lo que considera 'su morada', allí donde un día fué recibido, tras una dura prueba, resistiendo en Oración alimentados con nuestra Medicina diaria; el Cuerpo y Sangre de nuestro Redentor Sanamos y Fortalecidos por la lectura fecunda de la Sagrada Escritura y pertrechados con los Escritos de Doctores y Padres de la Iglesia hacernos fuertes en el Baluarte del Señor, en Su Gracia.
Nuestra Religión no pretende atrapar a Dios, NO, no vamos a agarrarlo para luego decirle que debe hacer o como debe hacerlo, limpios en la Luz y el Agua de Su Costado, vemos nuestra pequeñez y nos sentimos reconfortados en la Sencillez de nuestro ser recibidos y restaurados por nuestro Buen Padre, nuestro Corazón es ahora un campo abierto sin tapias, ni cercas, ni cadenas, abierto hasta más allá del horizonte esperando que ponga su Tienda el Señor y acampe en nos nuestro Redentor.
Un Corazón conformado ahora como el de Su Hijo Amado es la mejor Morada y en él quiere la Trinidad ser Cautiva, presa en el Amor... Todo Dios hecho Hombre, Todo Dios hecho alimento, Todo Dios dentro de tu Corazón y tú sumergido en su Misericordia, en el Seno del Amor...
¡Ven!
¡Ven Señor! Alegres Suplicamos.
Nuestra alma va ordenándose y limpiándose gracias a la Labor de nuestra Madre, ahora y en la hora de nuestra muerte, ella estará a nuestro lado... desde la concepción de nuestro ser realizada por Dios ella es nuestra madre del Cielo como lo es la de la Tierra...
Corazón Abierto, Huerto Cerrado.
Entrega radical, completa en cada estado al que hemos sido llamados, sí, se ha dicho Radical... por completo, todico, su 100%. Recogimiento Absoluto, sosiego interior que llena la Paz de Cristo Resucitado, vivos en Él.
Estamos preparados para recibir el Bautismo. El de Fuego. El que consumirá toda aspereza, todo obstáculo en el Camino hacia Jerusalem permitiendo que abracemos intensamente nuestra Cruz. besándola con alegría en cada estado desde nuestra germinación al Encuentro Personal con el Señor cuando nos dijo o nos dirá ¡Tú sígueme! y Caminemos Firmes por nuestro propio pie en Su Compañía hacia el Padre, hacia nuestra Morada en el Cielo con Dios. La Fe tiene por meta nuestra propia Salvación y la de las almas de nuestros hermanos que Él ha puesto en nuestro Jardín.
No podemos desentendernos de los cuidados necesarios propios y de nuestros hermanos, pues debemos aprender de nuestro Maestro, nuestro Ejemplo, no existe Salvación en Solitario. Aunque en apariencia parezcan solos o abandonados, los ermitaños, los religiosos de clausura, etc tienen los mejores y más poblados Huertos del mundo... El desapego del Corazón a las criaturas es fundamental para esta Soledad Santa de Silencio Interior que permita la Escucha de la Brisa. El desapego no es indiferencia, ni desprecio, sino Entrega completa al Señor en el Corazón sólo Él y los demás están por Él y si alguno no es por Él pues con dolor desprenderse, que los hay que lastran y arrastran... seguro que conoce alguno... hay hierbas y especies creadas todas por el Señor que debemos arrancar de nuestros parterres, por los designios y aspectos que naturalmente no alcanzamos, sólo Él sabe por qué y tal vez un día lo sabremos por Gracia, hay que arrancar, y no dejar que los inmundos como insectos y hongos perjudiquen y oscurezcan nuestras planticas, cada especie es única y muy amada, poco o nada sabemos de su crecimiento ni su ritmo, así que no seremos nosotros quienes establezcamos plazos, sólo nuestra labor diaria y nuestros cuidados son requeridos, Él nos pone a cada uno cerca para que lleguemos, con nuestras palabras y obras, ejemplo y acción, en Oración y Labor nos enseñará un día los frutos de nuestro trabajo...
La Oración fluye como un torrente que brota del Manantial... dejarse llevar con docilidad por el Espíritu Santo, sin agobios, sin fajas ni encorsetados, sacrificados, mortificados es cierto, pero sin agarrotamientos que nos hagan retornar a estériles parajes arrasados de miseria espiritual, NO, lo nuestro no es la miseria sino la Pobreza del Desierto que es cosa bien distinta... ¿a que sí?
Abiertos, sí, pero recogidos.
AVE MARÍA
Sancte Michael Archangele,
defende nos in proelio;
contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium.
Imperet illi Deus,
supplices deprecamur:
tuque,
Princeps militiae caelestis,
Satanam aliusque spiritus malignos,
qui ad perditionem animorum pervagantur in mundo,
divina virtute, in infernum detrude.
Amen.
defende nos in proelio;
contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium.
Imperet illi Deus,
supplices deprecamur:
tuque,
Princeps militiae caelestis,
Satanam aliusque spiritus malignos,
qui ad perditionem animorum pervagantur in mundo,
divina virtute, in infernum detrude.
Amen.