Flor del Silencio

Es necesario meditar y profundizar en una realidad, esta Vida es una Prueba.


En el Mundo todos parece han comprado al Mentiroso el Seguro Rutinario, en el que día tras día, no hay novedad alguna, todo va organizado conforme a lo cotidiano, ¿por quién?, sin embargo, no hay nada más natural que estos fenómenos que estamos viviendo, tormentas, huracanes, terremotos, avalanchas, riadas, fenómenos de fuerza descomunal en muchos casos para los cuales tal vez tengamos poco que hacer, pero que nos permiten meditar sobre nuestra Existencia. El Seguro Rutinario parece fundarnos en una seguridad de continuidad de modo que no se piense o se vea remota la desgracia, el accidente, la muerte. Esto ocurre con casi todos los conductores, el golpe parece lo tienen otros, los trabajadores, el accidente laboral es para otros, y así pasan los días en rutinas, automatismos, distracciones y demás ‘normalidades’ que trasladan a un futuro lejano sucesos como nuestra propia muerte, inevitable cierto, pero ante la que debemos estar preparados todos los días, y así lo hacemos impetrando Ahora y en la Hora de nuestra muerte cincuenta veces por Tercio, no se trata de una obsesión fatalista sino todo lo contrario, una Opción Vitalista.



Queremos estar Vivos y seguir Viviendo.



La Mentira ha calado hasta niveles en los que, por ejemplo, estar enfermo, parecen ser formas de existir sin vida, perder la fortuna, el trabajo, un pariente amado, etc. a escala doméstica cortarse con un cuchillo, hacerse un esguince de tobillo, romperse un hueso, infinidad de situaciones en las que es preciso aplicarse en la Virtud, armarse de paciencia, sosegar el ritmo, rezar, comunicarse con la familia… Accidentes automovilísticos, retrasos de horarios y vuelos, accidentes propios y ajenos que nos condicionan y cambian los planes Asegurados, la rutina fija y prevista, sugerentemente inexorable. Cuando suceden las cosas, por demás absolutamente normales y previsibles en la naturaleza de las actividades realizadas, el que camina puede tropezar, el que se levanta puede caer, el que sale a carretera puede accidentarse, perogrulladas que parecen por arte del Vendedor del Seguros estar exentos y acontecer a los demás, que dicho sea con malicia de paso, algo habrán hecho…malicia que reafirma nuestra confianza en el Mentiroso que procura distraernos de todo lo que pueda llevarnos a meditar más allá, en las postrimerías. Los Novísimos; Muerte, Juicio, Infierno ó Gloria.



Jesús es la Vida.



Nuestra vida en el Jardín debe estar abierta a la Normalidad, la normalidad de la Creación que el Mundo pretende ocultar. Es natural hacer planes y programas, pero cuando empleamos el Si Dios Quiere, esto lo cambia todo, no usamos coletillas improductivas, nos advierte Santiago en su carta:

Y ustedes, los que ahora dicen: «Hoy o mañana iremos a tal ciudad y nos quedaremos allí todo el año, haremos negocio y ganaremos dinero»,¿saben acaso qué les pasará mañana? Porque su vida es como el humo, que aparece un momento y luego se disipa. Digan más bien: «Si Dios quiere, viviremos y haremos esto o aquello». Ustedes, en cambio, se glorían presuntuosamente, y esa jactancia es mala.

St 4,13-15



Se entiende que hacemos las cosas DM, Dios Mediante, pues entiéndase Bien... sin peros, que nuestra entrega parece condicionada siempre por nuestras comodidades, costumbres o planes.


Nuestras obras deben nacer de la Fe, en el estado en el que estemos y seamos llamados, nuestras vidas deben estar puestas voluntariamente en manos de nuestro Señor, porque Él es Señor de la Historia, es el Creador de todo lo visible e invisible. Cuanto acontece nos lleva por el Sendero que conduce a la Vida Eterna, hemos de tomarlo a cada momento, sin instalarnos ni tomar seguros insolventes de promesas vacías.



En efecto como hemos compartido y meditado últimamente en este cuaderno, el Enemigo nunca da nada. La Seguridad está en el Señor, venga lo que venga, nuestra respuesta es parte de la misma vida, cada día tiene su propia preocupación y como jardineros vamos realizando toda la labor en previsión de vientos, lluvias torrenciales, nevadas, pero como Job, hemos de vivir en Cristo, es decir en esta meditación, ser Justos…



Espiritualmente a la vuelta de consuelos y golosinas, podemos vernos en medio de un terrible asedio, antes de grandes consuelos, no descarten la visita de algún pestilente, que incordie, que quiera irritarnos, que perdamos el Sosiego y la Paz, no debemos vivir pensando en nuestras cosechas, nuestros planes y graneros sin tener de par en par el libro de tareas abierto para que el Señor escriba en él que hemos de hacer Hoy.



Pensé en plantar… pero ya veo que eso hoy, tendrá que esperar. Quise regar… has hecho llover, bueno ahora hay otras cosas que hacer. Así, nuestra Vida permanece a la Espera en completa actividad, pero con las puertas abiertas al Asombro y Grandeza de los Planes del Señor, en los que siempre tiene una tarea quien pone manos a la Obra.


Caminamos por Valles Nuevos, nos aguardan sitios y paisajes por los que discurre nuestro sendero insospechados y asombrosos, estemos abiertos a la Alabanza, a la Gloria y al Servicio.

Hoy Epulón niega unas migajas, mañana suplicará una gotica de agua, vaya Cataclismo, esto sí que es una Calamidad, Eterna Desgracia, lo que ocurre aquí de Peregrinación es Siempre una Oportunidad, claro que no siempre llueve a gusto, pero Siempre lo hace para Crecer.