Flor del Silencio

Lo más triste de los miserables es que desconocen completamente a Dios, se dicen ateos todos aquellos que odian a su Creador y puestos a evidenciar su maldad pretenden tener a Dios por injusto obligando a permanecer en Su presencia a la criatura que lo aborrece…

Dios nos hizo libres para elegir siempre a Él.

Desde la esclavitud del Pecado y del Mal toda visión de Dios es blasfema.

La Gracia es Luz arrojada sobre la tiniebla y si es aceptada entra con toda la Su fuerza, donde hay Luz no hay Tiniebla.

Quien no conoce a Dios no sabe lo que es Amar. La proclamación del Evangelio es una invitación a Escuchar, si busca la Verdad la encontrará en la Palabra, pero si en realidad se esconde tras una inexistente falta de Llamada para justificar su vida en la Mentira escribirá su destino prefiriendo permanecer en la oscuridad donde piensa no será descubierto su Mal. Cada Palabra es una Llamada.

Cuando el hijo se hace el sordo para seguir en sus trece y cada vez que oye al Padre sólo se precipita más al abismo lanzando más culebras que anidan y cría en su corazón… ¿para qué continuar llamando?

Los que agarran otras novedades pretendiendo fabricar un dios que se amolde a su voluntad muestran que en efecto, desconocen completamente a Dios, al Dios Vivo y prefieren la Muerte que se agota en la propia voluntad humana.