Aprender a maravillarse y asombrarse en las obras del Señor y su Presencia
sin querer agarrar nada ni asirse a criatura o don alguno,
no hay nada que adquirir
hay todo por perder para poder tenerlo Todo.
Vaciarse de cosas y desprenderlas hasta lograr dejarse a uno mismo
en la Confiada entrega a la Voluntad del Creador.
Hallar en cada despojo realizado por nuestros hermanos
una oportunidad para apretar el paso al hallarnos más ligeros,
cuanto tiempo nos ahorran de escaramuzas y violencias,
que regalo más grande poder Perdonar a los que nos ofenden.